jueves, 26 de noviembre de 2015

Yo. Día tres del despertar.

Hoy me levanto y me muero de ganas de comerme el mundo, de salir a la calle sin maquillaje y con una coleta, un chándal. Quiero salir a la calle y que la gente me mire, pero simplemente por ser una persona que escapa a los prototipos de la gente actual, que me da igual mi cara de dormida, mis pelos de loca o no ir ajustadita e los pantalones más molones que haya en Pull&Bear.
Hoy quiero salir y comerme el mundo sola, con mi fuerza, con mi sonrisa cercada por un hierro y gomas de colores sin vergüenza, enseñar mis piernas con un vestido bonito cuando salgo de fiesta y beberme hasta las copas de los árboles mientras bailo sin parar cada una de las canciones que sale de los altavoces del local.
Siento la irremediable necesidad de enfrentarme al mundo sin vuelta atrás, ir al médico en chándal, a misa en tacones y de fiesta disfraza de vagabunda; necesito decir las cosas como las pienso sin pararme a pensar en cómo le sentará a una persona acostumbrada a escuchar palabras bonitas y a los postureos de la sociedad. Todos y cada uno de nosotros presumimos de forma de ser, de que nos gusta ser sinceros, tener personalidad y carácter propio, pero ahora párate, piensa: ¿Cuántas veces has cambiado algo por el que puedan hablar? Cuantas veces no te compraste un vestido que te encantaba porque “no va con mi rollo” y lo que en realidad pasaba es que tenías miedo que alguien te juzgase mal, cuantas veces no le dijiste a alguien lo primero que se te pasa por la cabeza porque “pobre” pero después si que lo comentaste con una tercera.

Somos así, todos presumimos de la necesidad a la verdad, pero nadie la dice nunca.



martes, 14 de julio de 2015

Perdona si te llamo amor, pero yo no lo decido. Día dos del despertar.

  Muchas veces me han tachado de fría, de piedra, de dura. Dura es la coraza que la gente que no me conoce ve. Pocas personas conocen mis abrazos, mis palabras bonitas y mis ganas de mimos.
 Si vienes, tienes que tener paciencia, porque después de todos los palos de la vida no cualquiera me roba la sonrisa, no cualquiera me llega al corazón.

 Tengo todo un campo de minas hasta mis sentimientos, hasta el brillo en los ojos, hasta querer darlo todo por ti y es que me han robado el corazón, me han enfriado la sangre y secado las lagrimas. Cuando quiero quiero de verdad, eso tenlo claro, pero lo de querer me cuesta. No soy de te quieros fáciles pero si de promesas sinceras. Prometo que si te quedas para siempre, seré siempre tuya. Prometo que valdrá la pena cada segundo y que te llenaré de recuerdos, solo pido una cosa a cambio, no me dejes nunca, de forma sincera. Y me habrás ganado.

jueves, 9 de julio de 2015

Hazle trampas al sol. Día uno del despertar.

Fíate de la gente, confía solo en ti.

 Si por cada vez que le damos nuestra confianza a alguien, nos quisieramos un poco más a nosotros todo sería mas facil. Puede que no tenga la sonrisa más bonita de la tierra, pero lo bien que sienta reir a carcajadas, enseñar mis desalineados dientes cuando lo unico que importa es no dejar de respirar. Supongo que esa sensacion nos gusta a todos.
 A todos nos gusta reir sin parar, creer que todo va bien por un minuto, que no hay nada mas que la felicidad absoluta que nos embarga en ese momento. 

 Moraleja: Cambia las lagrimas por risas, borra las nubes de tu cabeza y haz que siempre brille el sol.

martes, 30 de junio de 2015

Quien te quiere, te cuida.

 Nací en el 94, entre los CD's de las Spice Girls y Back Street Boys de mi tía. Tenía un peto vaquero, unas botas panama, lombrices en los bolsillos, grillos en botes y muchas ganas de comerme el mundo. Soñaba con ser exploradora cada vez que llegaba a "la piedra", no cualquier piedra, sino la mía, en la que nadie me podía, adiestraba leones con palos y conquistaba islas desiertas sin necesidad de un barco. Era la reina del mundo.

 Treinta de Junio de 2015, veintiún años después, toda mi valentía se quedó entre los árboles que susurraban por las noches al lado de mi casa, los perros que me acompañaban de excursión cada día. No sonrío enseñando los dientes porque no hacen una linea recta y cuando llega el verano, no enseño la barriga porque no es apta para las miradas, mi piercing se ríe de mi por tonta. Mis aventuras se basan en los millones de libros que devoro, mis sueños; en cosas comunes como pasar un fin de semana en la playa o un invierno en Madrid. 
 Me escapo de la vida con mis amigas, con risas que paran el tiempo y planes para un futuro impreciso, vivo lejos de mi rutina, es lo malo de hacerse mayor, pero ellas son capaces de seguir ahí, dejándome claro que "quien te quiere, te cuida" es una realidad y no una promesa incompleta más. Seis meses atrás, todos me prometieron el oro y el moro, pero a la hora de la verdad solo quedan unos pocos, la distancia hace el olvido si, pero como escusa; como pega para dejarte atras. A doscientos kilómetros tengo gente que me prometió un siempre, que juro que nada ni nadie nos iba a separar, pero en el mismo sitio, a unas casas de distancia están esas personas que llegaron a tu vida creyéndose nadie, con ganas de serlo todo. 





 Y joder, que bien sienta saber que siempre va a ser bonito volver a casa teniendo sonrisas que sean para ti.

miércoles, 1 de abril de 2015

Nunca nos cansamos de regalar verdades, palabras, miradas y sonrisas. Regalamos canciones, gestos y detalles de nuestra vida a la gente que nos gana, pero nunca nos paramos a pensar en lo que viene después; quién no lloró por canciones que en algún momento nos hicieron reír, nos hicieron cantar a gritos o abrazar a alguien, quién no evita mirar al cielo y encontrar una constelación que algún día pensaste hasta en intentar bajarla del cielo.. Y todo porque en algún momento alguien significo tanto en nuestra vida como para regalarle un cachito de nuestra alma, para querer tenerlo siempre cerca, alguien que querríamos llevar grabado en la piel para siempre.

Y joder, te llevo grabado en mi piel con marcas que nadie más puede ver.