Me invade el miedo, el miedo a los cambios, a las
casualidades, el miedo a la soledad. Sin quererlo todos tenemos miedo a algo,
el miedo nos invade desde lo más profundo de nosotros mismos, cogiéndonos por
sorpresa, atrapándonos en él sin dejarnos salir; solo unos pocos valientes
consiguen plantarle cara y decirle “hazte a un lado que aquí estoy yo”. ¿Por
qué tenemos miedo a cosas tan inofensivas? Nos da miedo un trabajo nuevo, una
nueva ciudad.. nada de estas cosas nos va a torturar de por sí, los que tendemos
a torturarnos somos nosotros mismos por cosas que realmente no merecen ni ser
pensadas.
Tenemos que armarnos de valor y estar dispuestos a querernos tanto que nada en el mundo pueda con nosotros, ni si quiera el miedo.