domingo, 14 de diciembre de 2014

 Me invade el miedo, el miedo a los cambios, a las casualidades, el miedo a la soledad. Sin quererlo todos tenemos miedo a algo, el miedo nos invade desde lo más profundo de nosotros mismos, cogiéndonos por sorpresa, atrapándonos en él sin dejarnos salir; solo unos pocos valientes consiguen plantarle cara y decirle “hazte a un lado que aquí estoy yo”. ¿Por qué tenemos miedo a cosas tan inofensivas? Nos da miedo un trabajo nuevo, una nueva ciudad.. nada de estas cosas nos va a torturar de por sí, los que tendemos a torturarnos somos nosotros mismos por cosas que realmente no merecen ni ser pensadas.
 Tenemos que armarnos de valor y estar dispuestos a querernos tanto que nada en el mundo pueda con nosotros, ni si quiera el miedo.