martes, 14 de julio de 2015

Perdona si te llamo amor, pero yo no lo decido. Día dos del despertar.

  Muchas veces me han tachado de fría, de piedra, de dura. Dura es la coraza que la gente que no me conoce ve. Pocas personas conocen mis abrazos, mis palabras bonitas y mis ganas de mimos.
 Si vienes, tienes que tener paciencia, porque después de todos los palos de la vida no cualquiera me roba la sonrisa, no cualquiera me llega al corazón.

 Tengo todo un campo de minas hasta mis sentimientos, hasta el brillo en los ojos, hasta querer darlo todo por ti y es que me han robado el corazón, me han enfriado la sangre y secado las lagrimas. Cuando quiero quiero de verdad, eso tenlo claro, pero lo de querer me cuesta. No soy de te quieros fáciles pero si de promesas sinceras. Prometo que si te quedas para siempre, seré siempre tuya. Prometo que valdrá la pena cada segundo y que te llenaré de recuerdos, solo pido una cosa a cambio, no me dejes nunca, de forma sincera. Y me habrás ganado.

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