martes, 5 de febrero de 2013

La vida son dos días.

  
 Y aquí estamos para vivirlos. Llevo cinco meses viviendo entre libros, deseando acabar el último año de bachillerato. Conozco a la perfección a Aristóteles, Descartes, Carlos III, Napoleón o Maria Cristina; pero casi no recuerdo el tono de voz de mi mejor amiga, lo que es un abrazo de mi mejor amigo, un beso de mi novio o los gritos desesperados de mi grupo de amigas. 
Echo de menos el calor del sol en la cara y el aire del invierno al lado del mar, los cafés calientes acompañados de un cigarro en la terraza de siempre detrás del transitado centro de la ciudad. Pero solo pienso en el verano, en acabar con esto rápido y poder escaparme a Madrid un año más, con mucho calor y fiesta por delante.
 El que algo quiere algo le cuesta, así que nos vemos en verano.