sábado, 21 de julio de 2012

¿Alguna vez has querido a alguien por encima de tu propia vida?


 Una persona que es más que una amiga, que es sangre de tu sangre; tu hermana.
 Esa persona a la que le debes sonrisas y abrazos, y que no te llegará una vida para pagarle miradas cómplices y silencios en los que se dice todo. Que nunca cuelga una llamada tuya, que aunque esteis juntas semanas enteras, cuando se va, aun tienes un motivo para coger el whats app y contarle algo; y empiezas a darte cuenta que no son los de siempre los que más van a estar a tu lado, si no, los que realmente te quieren.
 Tus planes no se hacen solo para una, si no, para dos; y sin compartir ADN, dices "mis hijos te van a llamar tía" o "nos veo en tacataca compitiendo por ver cual de las dos tiene más enfermedades".
 Poca gente esta dispuesta a darte lo mejor de ellas mismas y menos aun toda su vida, pero siempre hay una, una sola eso esta claro, que está dispuesta a levantarte cuando las demás solo quieren hundirte, a hacerte sonreír, cuando solo tienes lágrimas en el cuerpo; y a dejarse la vida por sorprenderte, por ser impredecible y así, verte siempre sonreír.
 Si asume tus problemas, se ríe de tus complejos, te comes más broncas de ella que de tu madre, soporta tus malas palabras o te dice que eres una puta borde de mierda, si te mira con cara rara si haces una tontería para luego ella superarla aun, es la primera en reírse si te caes pero luego va y te abraza solo con verte la cara de culo, si te dice que te echa de menos cuando aun no hace ni un día entero que os visteis, ambas sabeis a la perfeccion donde está todo en la casa de la otra o más bien es como vuestra segunda casa.

Señoras y señores, eso sí es amistad.

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